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SALUD: La concientización del suicidio en septiembre, es un desafío de salud pública en Chile.

 
Septiembre es un mes esperado por muchos chilenos. Las Fiestas Patrias ofrecen espacios de encuentro con familia y amigos, días de descanso y momentos de celebración. Desde los primeros días del mes, el ánimo cambia y se respira un ambiente de alegría. Sin embargo, no para todo septiembre es sinónimo de buenos momentos.
 
Este mes también está marcado por la concientización sobre la prevención del suicidio conmemorando el Día Mundial para la Prevención del Suicidio. Aquí se busca visibilizar esta problemática que constituye un desafío de salud pública en Chile.
 
Es fundamental detenerse a pensar en los grupos más vulnerables, que son los jóvenes, las personas mayores, que muchas veces cuentan con redes de apoyo limitadas y ven a sus familias de manera esporádica, así como quienes viven con condiciones de salud mental previas y no siempre acceden a las atenciones necesarias para sobrellevar la angustia o la soledad.
 
La prevención del suicidio no es un problema individual, sino colectivo. Como sociedad, debemos mirar a nuestro alrededor, en un contexto en el que el individualismo predomina y persiste la idea equivocada de que pedir ayuda es sinónimo de debilidad.
 
El abordaje de este tema debe ser multifactorial. Se debe incorporar la educación emocional, fortalecer las redes de apoyo comunitarias, garantizar políticas públicas en salud mental y asegurar un acceso oportuno a atenciones especializadas. En este sentido, todos los estamentos sociales estamos llamados a trabajar en conjunto para mejorar la calidad de vida de las personas.
 
Asimismo, es clave considerar los determinantes sociales de la salud, pues factores como la discriminación, la precariedad laboral, la desigualdad o la falta de acceso a servicios de salud mental incrementan el riesgo de suicidio. Abordar estas problemáticas desde la comunidad se vuelve una tarea urgente y compartida.
 
Es bueno abrir espacios de diálogo seguros en las distintas comunidades y territorios, donde las personas puedan expresarse sin sentir vergüenza ni estigmatización. El cuidado de la salud emocional no debe ser un privilegio de unos pocos, sino un derecho para todas y todos.
 
Daniela Estobar Alvarado
Académica Escuela de Terapia Ocupacional
Universidad Andrés Bello