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Innovar para no perder el rumbo turístico, un requisito para que Valparaíso consolide su posición.

La Región de Valparaíso se ha consolidado como uno de los polos turísticos más importantes de Chile gracias a su patrimonio cultural, su geografía costera y su diversidad de ecosistemas. Sus cerros pintorescos, su historia portuaria y los valles vitivinícolas conforman una oferta heterogénea que atrae miles de visitantes cada año. Sin embargo, el turismo contemporáneo enfrenta transformaciones profundas: cambios en las preferencias de los viajeros, la irrupción tecnológica, la competencia global y los desafíos ambientales obligan a replantear cómo se conciben y gestionan los destinos. En este contexto, la innovación se vuelve decisiva para garantizar crecimiento sostenible y diferenciación.


El turismo de Valparaíso no puede depender solo de atributos naturales o culturales. La región debe generar propuestas innovadoras que enriquezcan la experiencia del visitante, fortalezcan comunidades locales y escalen modelos de negocio sostenibles. Innovar no es solo tecnología: implica transformar productos, procesos, gestión y formas de relación con los turistas. La innovación puede ser incremental —mejoras graduales como señalética inteligente, check-in digital o apps de guiado— o disruptiva, con cambios radicales que redefinan la experiencia, como plataformas de turismo comunitario con realidad virtual o turismo regenerativo que restaura ecosistemas locales.


El Plan Estratégico de Desarrollo Turístico 2021 y programas como ValpoVerde muestran señales de cambio: diversificación de la oferta, mejora de infraestructura, capacitación en sostenibilidad e inclusión de rutas accesibles. Estas iniciativas reconocen que el turismo no debe reproducir modelos homogéneos, sino construir experiencias auténticas, conectadas con el territorio y capaces de generar valor diferenciado.


La innovación también debe reflejarse en modelos de negocio. Marketplaces regionales como “Valpo Experiencias” conectan turistas con emprendimientos locales, integrando innovación digital, social y sostenibilidad, aumentando ingresos y fidelizando visitantes. Asimismo, el turismo social puede redistribuir beneficios, fortalecer el tejido comunitario y rescatar tradiciones locales, especialmente en áreas rurales y costeras.


Los futuros profesionales del turismo tienen un rol clave: diseñar experiencias híbridas, inclusivas y sostenibles; desarrollar aplicaciones y modelos de alojamiento innovadores; y participar en programas de innovación regional. La innovación requiere mentalidad abierta, enfoque en el usuario, medición constante y colaboración con comunidades.

En conclusión, la innovación no es una moda, sino un requisito para que Valparaíso consolide su posición como destino competitivo y sostenible. Desde comunidades locales hasta nuevas generaciones de profesionales, todos pueden ser protagonistas de la transformación turística regional, construyendo un verano con identidad, innovación y futuro.


Dr. Gonzalo Cifuentes, académico de Ingeniería en Turismo y Hotelería UNAB