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Esclerosis Lateral Amiotrófica, ELA: Devastador impacto de una enfermedad aún poco conocida.

 
El actor estadounidense Eric Bane, reconocido por sus papeles en exitosas series como Grey’s Anatomy y Euphoria, reveló públicamente su diagnóstico de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) a través de un comunicado difundido por la revista People. Su testimonio ha generado gran impacto en redes sociales y medios internacionales, visibilizando una enfermedad de la que aún se habla poco.
 
La ELA es una patología neurodegenerativa progresiva que afecta las neuronas motoras, provocando debilidad muscular, pérdida del habla, dificultades para tragar, caminar y, eventualmente, para respirar. No tiene cura y, en la mayoría de los casos, podría provocar la muerte en un plazo de entre 2 a 5 años desde su diagnóstico.
Figuras como el director de televisión Eduardo Domínguez, el cantante Peter Rock y el científico británico Stephen Hawking padecieron esta enfermedad, lo que ayudó a generar algo más de conciencia pública sobre su impacto.
 
La ELA es una enfermedad del sistema nervioso que afecta tanto a las áreas motoras del cerebro como de la médula espinal. Aunque su prevalencia es baja – alrededor de 1 caso por cada 100.000 habitantes -, su avance progresivo y su impacto funcional la hacen especialmente devastadora.
Si bien en la mayoría de los casos las capacidades cognitivas permanecen intactas, un pequeño porcentaje puede desarrollar alteraciones cognitivas y conductuales asociadas a la Demencia Frontotemporal.
 
El abordaje debe ser siempre multidisciplinario, lo que implica la intervención de neurólogos, kinesiólogos, fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales, psicólogos, nutricionistas y trabajadores sociales, quienes cumplen un rol clave, no solo para sostener la funcionalidad y la autonomía del paciente, sino también para acompañar a sus familias en un proceso que implica un profundo duelo.
En ese sentido, el acompañamiento profesional y el acceso oportuno a una red de cuidados pueden marcar la diferencia, no solo en la esperanza de vida, sino también en la dignidad y calidad de vida de quienes enfrentan este diagnóstico.
 
Jorge Valdés Soto
Académica Escuela de Fonoaudiología
Universidad Andrés Bello