Agricultura,  Nacional,  Portada

Mosca de la fruta: “Muchos pequeños productores deben eliminar su cosecha sin poder venderla”.

La académica de la U. de La Serena, Carol Krauss, especialista en  fitopatología y nematología analizó la presencia de esta plaga en la Región de Coquimbo. El foco más grave está en Limarí, donde se han destruido más de 48 mil kilos de fruta.


Si bien los focos de mosca de la fruta en Chile bajaron de 60 a 40, según informó el Ministerio de Agricultura, la preocupación en el sector productivo se mantiene debido al gran daño que genera esta plaga.


En la Región de Coquimbo el mayor número de ejemplares detectados, con más del 90 % de las capturas focalizadas, corresponde a la provincia de Limarí, donde ya se ha tenido que destruir más de 48 mil kilos de fruta.


El avance de esta plaga no sólo ha implicado la destrucción masiva de fruta, sino que también amenaza directamente el estatus de “país libre de mosca de la fruta” que Chile mantiene desde 1995, y que permite la exportación a mercados exigentes como Estados Unidos, Japón y Europa.


La presencia de esta plaga en Chile se origina, según expertos, por el ingreso irregular de frutas desde países limítrofes. “Cada foco que se ha detectado ha sido consecuencia de comercio ilegal, turismo sin fiscalización o migración no controlada. Esta mosca es altamente polífaga, puede afectar más de 250 especies frutales y hortícolas, y se instala en frutos maduros colgantes para reproducirse. Su capacidad de reproducción es altísima: entre 200 y 300 huevos por hembra”, explicó Carol Krausz, académica de la Universidad de La Serena y encargada del Laboratorio de Fitosanidad del Campus Limarí.


El daño es doble: directo, por la destrucción del fruto desde su interior debido al desarrollo de larvas que lo pudren por completo; e indirecto, por las restricciones comerciales que impone la detección de la plaga. La sola presencia de la mosca obliga al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) a activar protocolos internacionales: corte de toda fruta en 200 metros a la redonda, tratamiento del suelo y vigilancia extendida por más de 7 kilómetros. Esta emergencia fitosanitaria ha obligado ya a eliminar más de 48 mil kilos de fruta sólo en el valle de Río Hurtado.


Desde la Sociedad Agrícola del Norte (SAN) han planteado que es una situación crítica,con  impactos productivos, económicos y sociales.


En la Región de Coquimbo, la situación es dramática. De los 268 ejemplares capturados hasta ahora, 233 corresponden solo a la comuna de Río Hurtado. Las zonas más afectadas incluyen Cerón, Villaseca, Samo Alto, Tulahuén y Ramadas. Carol Krausz, agregó que los efectos de esta plaga son profundamente sociales y económicos. “Muchos pequeños productores deben eliminar su cosecha sin poder venderla. Algunos deben enterrar la fruta en zanjas. No sólo afecta la productividad, sino la subsistencia de familias rurales. Las exportadoras tampoco pueden operar si están dentro del radio cuarentenario. Es un golpe devastador”, señaló.


El desafío es urgente: si Chile pierde su estatus sanitario, podría quedar fuera de los principales mercados frutícolas del mundo.