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Segunda vuelta presidencial 2025: El deporte que imaginan Jeannette Jara y J. A. Kast

En tiempos de campaña, el deporte suele aparecer como un capítulo secundario dentro de programas cargados de urgencias económicas, debates sobre seguridad y tensiones institucionales. Sin embargo, cuando se observa con detención, la manera en que un país piensa el deporte revela su visión más profunda sobre bienestar, equidad y desarrollo social. En ese sentido, las propuestas de Jeannette Jara y José Antonio Kast ofrecen dos caminos distintos, pero igualmente relevantes, para comprender cómo se proyecta el futuro del movimiento y la actividad física en Chile.


Jeannette Jara propone un giro concreto: duplicar el Fondo Nacional del Deporte en cuatro años, fortaleciendo la inversión en organizaciones sociales, clubes y proyectos comunitarios. Su mirada entiende el deporte no solo como una actividad física, sino como un motor de cohesión social, capaz de articular barrios, ofrecer seguridad en el espacio público y ampliar oportunidades. La creación de una Red Nacional de Plazas y Canchas Comunitarias para el Buen Vivir apunta precisamente a eso: devolver el deporte a los territorios, donde se juega, literalmente, la calidad de vida. A esto se suma otra idea estratégica: integrar la educación superior con el desarrollo de carreras deportivas, permitiendo que deportistas convencionales y paralímpicos compatibilicen estudios y alto rendimiento, una deuda histórica que ha limitado carreras y truncado talentos.

Su programa también incorpora un eje ineludible: la erradicación de la violencia en los estadios mediante fiscalización a sociedades anónimas deportivas y mayor coordinación con las fuerzas de seguridad. En tiempos donde la violencia asociada al fútbol se ha convertido en un problema estructural, esta propuesta asume que la recuperación del deporte también es una tarea institucional y cultural.


José Antonio Kast, por su parte, opta por un enfoque más sintético, pero no menos relevante. Su propuesta se centra en promover el deporte escolar y comunitario como política de salud pública. En un país donde el sedentarismo supera el 80% y la obesidad infantil alcanza niveles críticos, esta mirada reconoce que cualquier sistema deportivo sostenible debe construirse desde la base: la infancia, la escuela y los barrios. La apuesta de Kast recuerda algo fundamental: sin una cultura deportiva arraigada en la comunidad, no hay talento que sostener ni alto rendimiento que proyectar.


Si bien sus abordajes son distintos, ambos candidatos coinciden en una idea clave: el deporte debe dejar de considerarse un accesorio del Estado. Tanto Jara como Kast sitúan la actividad física dentro de la conversación sobre salud pública, tejido social y bienestar colectivo. En ambos programas aparece la infancia como eje estructural, reconociendo que es allí donde se forman los hábitos que definen una vida activa. Y en ambos casos también emerge la urgencia de mejorar la infraestructura, la seguridad y el acceso, entendiendo que sin espacios adecuados no hay política deportiva que prospere.


Chile necesita que esta discusión deje de ser episódica y se transforme en política de Estado. Una estrategia que articule salud, educación, comunidad y deporte, con inversión estable, institucionalidad moderna y profesionales formados para enfrentar los desafíos del siglo XXI. Lo que está en juego no es solo el alto rendimiento ni los grandes eventos, sino la posibilidad de un país más activo, más saludable e integrado.


Cuando los candidatos se toman en serio el deporte, no hablan de canchas o medallas; hablan del país que imaginan. Y en ese terreno, el debate recién está comenzando.


Por Frano Giakoni Ramírez, director de Entrenador Deportivo UNAB.