Mariluan, El Cacique Realista

La última etapa de la guerra intertribal mapuche, que se prolongó más de cinco años, 1822 a 1827, coincidió con la fase final de la guerra a muerte. En esta cobra protagonismo el cacique realista Mariluan.
Mariluan, era el jefe de los Moluche, Butalmapu de unas 25 a 30 reducciones, nacido hacia 1735, era un hombre delgado, ágil, de cerca de un metro cincuenta, ojos pequeños. Se había educado entre los misioneros franciscanos de Chillán. A su buen juicio, agregaba una gran sagacidad política y una audacia extrema.
Mariluan, entró en relaciones de alianza con los arribanos del cacique Mangin para hacer frente a los mapuche partidarios del gobierno patriota.
Era un indio sumamente bravo, batallador, que para alentar a los suyos se tiraba del caballo en medio del combate y peleaba a pie sin más arma que su lanza.
Mariluan vivió el tránsito de ser un jefe de guerra para pasar a convertirse en un artífice de la paz, pues se esforzó en terminar con la guerra en territorio tribal.
Tras la derrota y muerte del jefe realista Vicente Benavides a comienzos de 1822, los restos de las fuerzas realistas al mando de Juan Manuel de Pico, se refugiaron en los territorios que controlaba Mariluan.
Ante la posibilidad de extensión de la guerra en territorio tribal, Mariluan, decidió entablar negociaciones con las autoridades chilenas. Entabla contactos con los comandantes de la Baja y Alta Frontera, Pedro Barnachea y Clemente Lantaño respectivamente, teniendo aquellas conversaciones la finalidad de celebrar un parlamento.
Por otra parte, en el Congreso, el 26 de octubre de 1823 se había aprobado una ley que determinaba la ocupación de la Araucanía por soldados y colonos chilenos y extranjeros hasta el rio Imperial.
Sin embargo, el parlamento se retrasaba, para Mariluan era más importante responder a las agresiones de sus enemigos, Lumaquinos, que amenazaban su poder en la Araucanía.
Pese a lo sombrío del panorama para Mariluan, aquel prosiguió en sus esfuerzos por restablecer el orden en la Araucanía, lo que significó el que se enfrentase a su viejo amigo Juan Manuel de Pico, porque cuando aquel intentó invadir la provincia de Concepción en unión de grupos arribanos de Bureo y Mulchen, Mariluan impidió su paso.
Este entrevero entre Mariluan y Pico nos muestra lo problemático de la presencia de los restos de las fuerzas realistas en la Araucanía ya que eran un elemento desestabilizador y motivo de justificación para la intromisión de los chilenos en los asuntos tribales. Sin embargo, este panorama cambió con la muerte de los jefes realistas Ferrebú y Pico en 1824.
De este modo se dieron las condiciones para celebrar el parlamento de Tapihue el 1 de enero de 1825.
El aspecto más importante del tratado, era el reconocimiento implícito de la autonomía mapuche por parte del Estado chileno.
Mariluan, por intermedio de este parlamento se alzó con un importante triunfo, al obtener el reconocimiento de la autonomía mapuche por parte de una de las principales autoridades chilenas de la frontera. Este hecho, lo equiparó a los grandes caciques gobernadores de fines del periodo colonial y le permitió reafirmar un poder y prestigio en el seno del butalmapu arribano.
El nuevo orden tribal, a juicio de los propios lonkos mapuche necesitaba legitimarse con la celebración de un parlamento general.
El proyectado parlamento se celebró en las ruinas de la ciudad de Los Angeles entre los días 20 a 23 de diciembre de 1825. En lo principal, se ratificaron las disposiciones del parlamento de Tapihue.
La paz prometida por Mariluan en Tapihue el 1 de enero de 1825, duró poco. En el mismo año se levantó con sus mocetones, se unió a Senosiain y a los Pincheira y comenzó nuevamente el terror en los campos, principalmente en la comarca comprendida entre el Bureo y el Laja.
Se realizaron nuevas negociaciones y la paz se concretó el 16 de abril de 1827.
De esta manera, sólo quedaba como un factor de inestabilidad para el orden republicano, la banda de los Pincheira.
Mariluan murió en 1836 en Pilhuén, cerca de Mulchén, a los 101 años.
Bibliografía
Fernando Ulloa Valenzuela, 2009, LOS “ESPAÑOLES ARAUCANOS”: Mediación y Conflicto durante la Guerra a Muerte, Chile 1817 – 1825
Rodrigo Araya, 2003, Mariluán, el lonko olvidado de la Guerra a Muerte
Carlos Contreras Painemal, 2011, Los Tratados celebrados por los Mapuche con la Corona Española, la República de Chile y la República de Argentina
Diego Barros Arana, 1897, Historia General de Chile Tomo XIV
Benjamín Vicuña Mackenna, 1868, La Guerra a Muerte
FUENTE: Facebook Ilustraciones de historia de Chile

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